jueves, 12 de mayo de 2011

Una alternativa a las residencias de la tercera edad

En España ya hay varios centros de convivencia para mayores creados y gestionados por ellos mismos. Centros hechos a su medida para pasar allí la última etapa de la vida. Una alternativa a las residencias de la tercera edad para los que reclaman más respaldo institucional.

Ver noticia: http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/alternativa-residencias-tercera-edad/1094067

martes, 5 de abril de 2011

La Longevidad en el Cine

Los directores de cine pueden estar tranquilos con las nuevas tendencias que elevan la edad de jubilación, pues parece que éste es un colectivo que se mueve mucho más allá de los parámetros habituales de longevidad laboral. No es difícil encontrar ejemplos de directores de cine septuagenarios, algunos octogenarios, sorprendernos con los nonagenarios y, directamente, alucinar con un director centenario.
Sería demasiado largo y difícil referirnos a todos los casos de directores que produjeron excelentes películas con una edad para la que en otras profesiones se nos considera inactivos, pero si me gustaría mencionar algunos casos especialmente relevantes.
Por ejemplo, el francés Eric Rohmer, merece estar en este artículo no sólo por haber dirigido su última película con 87 años, El romance de Astrea y Celedón (Les amours d'Astrée et de Céladon – 2007), sino por su particular trayectoria. Nació en 1920 y dedicó sus primeros años a escribir en como crítico en Cahiers du cinema y a ejercer como documentalista. No dirigió su primer filme de ficción hasta cumplir los 49 años y desde entonces, firmó más de 25 películas. Se le considera el precursor del “cine literario” y su estilo se caracterizaba por la sencillez, la espontaneidad y, como no, la frescura de sus personajes, habitualmente jóvenes que descubrían nuevas emociones; su cine siempre fue joven y con la capacidad de descubrirnos en cada película el mundo con la mirada nueva de un niño. Ya que estamos en Francia, sería imperdonable olvidarnos del gran Claude Chabrol, activo hasta poco antes de su muerte a los 80 años después de una carrera de más de 50 años.
Si una nacionalidad tiene fama de longeva es la japonesa y sus directores no lo podían ser menos. Es imposible olvidarse de Akira Kurosawa, fallecido a los 88 años, y que pese a tener en sus últimos días problemas para obtener financiación para sus películas, nos dejó obras plenas de madurez en sus últimos años como Los sueños (Dreams – 1990). Pero no menos importante es el caso de Kaneto Shindo, nacido en 1912, y uno de los directores más importantes de la cinematografía nipona. A él se le deben joyas como Onibaba (1964) o La isla desnuda (Hadaka no sima - 1960). El señor Shindo acaba de terminar su última película Ichimai no hagaki a la edad de 96 años… y prepara la próxima.
Pero si hablamos de records, el de director en activo de mayor edad es el portugués Manoel de Oliveira que, nacido en diciembre de 1908, ha firmado su última película en este 2011, A Igreja do Diabo, a los 103 años de edad. Oliveira es una de las figuras más importantes de la cultura lusa y que pese al esfuerzo que requiere la dirección de un filme, la movilización de recursos y el control de situaciones, posiblemente esté preparando su nuevo proyecto en estos momentos.
Y debe ser que la de director de cine es una profesión muy saludable, incluso cuando estás jubilado, al menos si nos fijamos en Miguel Morayta, que nació en un pueblecito de Ciudad Real en agosto de 1907 y se exilió en Mexico en 1941. Morayta es considerado como uno de los padres de la cinematografía mejicana, gracias a los 74 filmes que dirigió entre 1944 y 1978, momento en el que decidió jubilarse. A punto de cumplir los 104 años, según mis datos, es el director vivo más anciano.
Clint Eastwood, merece un capítulo aparte, no solo por la calidad que tienen sus trabajos como director, sino por la capacidad que tuvo de reconstruirse a sí mismo en su madurez.
Nacido en 1930, se convirtió en un rostro más famoso que considerado, gracias a sus papeles de pistolero en spaguetti-westerns sesenteros. Tuvo que calzarse un polvoriento poncho en Italia para que su imagen comenzara a ser reconocida tras haber estado una década intentando con escaso éxito abrirse camino en Hollywood. Tras regresar a Estados Unidos, consiguió mejorar su carrera con películas muy interesantes como La leyenda de la ciudad sin nombre o El desafío de las águilas, pero nunca se le consideró un gran actor, sólo un tipo duro que daba muy bien para determinados personajes.
Sin embargo, Eastwood sintió pronto interés por la dirección y en 1971 creó una productora “Malpaso Company” con la que pudo dar el salto a la dirección y con la que ha producido todos sus filmes. Su primera experiencia fue Escalofrío en la noche (Play misty for me, 1971), un excelente thriller que también interpretaba. Pese a que sus filmes como director poseían una indudable calidad, tal vez fue el hecho de que la temática estas películas no se alejaban de sus papeles como actor, y que quedaban encuadradas dentro de un género tradicionalmente considerado de “artesanos”, la industria no acababa de considerarlo como un creador demasiado interesante. Paradójicamente, tampoco ayudo el hecho de cosechar un éxito arrollador encarnando al personaje central de una de las sagas de más éxito en taquilla de los años 70; el impredecible y violento Harry McCallaghan, más conocido como “Harry el sucio”.
Pero Eastwood no desalentaba, seguía adquiriendo “oficio” gracias a películas muy meritorias como Infierno de cobardes, Licencia para matar (The Eiger Sanction), Ruta suicida, Impacto Súbito o Bronco Billy.
Tal vez no sería correcto decir que “de pronto” llegó Bird, pero lo cierto es que cuando Eastwood abordó una de sus grandes pasiones, el jazz, y estrenó en 1988 esta película, basada en la vida de Charlie Parker, los críticos parecieron frotarse los ojos. Aquella maravilla llena de sensibilidad no la había dirigido ninguno de los directores de prestigio de Hollywood, no era Scorsese, ni Huston, ni Coppola; el director era ese tipo del poncho polvoriento que ponía cara de duro en películas del oeste de bajo presupuesto. ¿Casualidad? Tal vez. Pero a sus 53 años, Clint Eastwood parecía nuevo en Hollywood.
Al año siguiente estrenó Cazador blanco, corazón negro y ya no había espacio para la casualidad. La crítica fue unánime y la catalogó como obra maestra. Después llegaría Sin Perdón, Un mundo perfecto, Los puentes de Madison, Mystic River, Million dollar baby, Banderas de nuestros padres, Cartas desde Iwo Jima, El intercambio… una cita con Eastwood que año tras año, nos deja una o dos obras entre las mejores películas de la temporada. Se dijo que con Gran Torino se retiraba de la interpretación, y parece que así ha sido, pero afortunadamente no de la dirección. Este año ha vuelto a las pantallas con Más allá de la vida, una película sobre la muerte, menos aclamada que otras, tal vez por la sorpresa que ha causado verle metido en una temática tan distinta a la que le suponemos.
Con 81 años, está en plena filmación de J. Edgard, un filme sobre la vida de J. Edgard Hoover, figura carísmatica de la historia reciente de los Estados Unidos, merced a su papel como director de la CIA durante la guerra fría, y se dice que está preparando un remake de Ha nacido una estrella para filmarla en 2012.
Eastwood me parece un ejemplo de cómo se puede reconducir una carrera en la madurez, de cómo tener siempre nuevos retos y objetivos ilusionantes, un ejemplo que nos enseña que la edad no es un impedimento para re-inventarse, para aprender, para mejorar y para demostrar el talento.

martes, 29 de marzo de 2011

Charla-Coloquio sobre Voluntades Anticipadas

La Asociación SAB.EN tiene el placer de invitarles a una presentación sobre Voluntades Anticipadas a cargo de la Doctora María Ángeles Juan Rodríguez, Coordinadora Médica del Hospital de San Juan, que se celebrará en nuestra sede de la calle San Carlos 58, bajo, el jueves 7 de abril a las 19:30 de la tarde.

Dada la oportunidad que se nos ofrece de poder aclarar todas las dudas relacionadas a este tema, recomendamos la lectura previa de los impresos de inscripción disponibles en la Página de la Consellería de Sanitat del Gobierno Valenciano sobre Voluntades Anticipadas, con el fin de poder formular preguntas una vez finalizada dicha presentación.

Rogamos puntualidad.

Yamato-Damashii: la supremacía del bien común


El mundo los conoce como “los héroes de Fukushima”, entre ingenieros, técnicos especializados y bomberos, son unos 300 hombres, voluntarios todos, que eligieron sacrificar su vida para evitar cientos de miles de muertes por fuga masiva de radiación. Hoy, una semana después del terremoto y el tsunami, todo indica que lo están logrando.

Llevan siete días trabajando sin descanso bajo una presión inimaginable; ¿cómo será saber que cientos de miles de vidas están en sus manos y además trabajar a contrarreloj? ¿Cómo será saberlo y además estar sometido a condiciones físicas extremas, altas temperaturas, riesgo de derrumbes, trajes que dificultan la movilidad, ausencia de verdadero descanso? ¿Cómo será realizar esa tarea con la certeza de que la radiación les está matando? ¿Qué fuerza les permite soportar esa presión con la calma de seguir y seguir, y sobreponerse a todo, y no desfallecer? ¿Qué milagro hace posible que no se quiebren, que no huyan, que no entren en crisis de pánico? ¿Qué les sostiene?
Los japoneses tienen una hermosa respuesta, dicen que los héroes llevan dentro el Yamato-Damashii, es decir, el espíritu japonés. El concepto alude a algo mucho más grande que el patriotismo, alude a la supremacía del bien común sobre el egoísmo individual. Es ese espíritu el que explica que no hubiera saqueos, ni disturbios, que la policía no tuviera como tarea controlar a la población y pudiera dedicarse a las tareas de ayuda y búsqueda. Es ese espíritu el que hace que no se les pase por la mente hacer negocio con la desgracia del prójimo y por tanto no se constatan subidas de precio de los productos de primera necesidad.

La del tsunami de este intenso 2011 es la tierra de los samuráis, la tierra del honor, la del respeto a los ancestros y al prójimo, es el país que pudo levantarse de sus cenizas luego de la segunda guerra; sin embargo, para honrar realmente la grandeza de los héroes de Fukushima y a todo el pueblo japonés, es otra la respuesta que debemos dar cuando nos preguntamos: ¿qué les sostiene? 


Dar prevalencia al bien común sobre el egoísmo individual es sinónimo de grandeza
, y la grandeza es patrimonio del espíritu humano, el de los japoneses y también el de los doscientos mil voluntarios que murieron en Chernobyll y de los bomberos que entraron a las torres gemelas. Honramos a los japoneses y tomamos su ejemplo si comprendemos que despertar del egoísmo es tarea de TODOS. En todo ser humano mora oculto un samurai, en todos hay un Hércules que es capaz de vencer obstáculos inimaginables, un David que puede alzarse contra una central nuclear y vencerla con su honda. Ser capaz de desplegar esa fuerza heroica para el bien común es la esencia misma del corazón humano. Esa fuerza no es otra que la fuerza del alma. 

La mayoría de nosotros jamás dará la vida en un escenario dramático como el que hoy mantiene al mundo en vilo y, sin embargo, el ejemplo de los héroes de Fukushima nos concierne. Goliat tiene muchos rostros, la radiación con todo su horror no es el más terrible. Tomemos la lección que Japón nos ofrece, veamos la enorme belleza que siempre resplandece detrás del dolor, no nos quedemos con las sombras. Lo que el pueblo japonés en general y los liquidadores de la central muy en particular nos recuerdan es que el peor rostro de Goliat es el egoísmo. Sólo enfocándonos al bien común podemos ascender al alma, sólo si ascendemos ella desciende y nos infunde su belleza, su poder, su calma. 

No podemos seguir considerando que el alma es algo abstracto, poco probable, poco demostrable... No podemos justificarnos con razonamientos trasnochados que persisten en que lo que es invisible e intangible no puede ser objeto de nuestra reflexión, ni de nuestra búsqueda. También la radiación del uranio y el plutonio de Fukushima es invisible y no por ello damos por nulos sus efectos. La radiación del alma humana, igual que la del átomo, se mide por sus efectos. 

Los efectos de nombrar el alma, son poderosos. Nombrémosla. Redefinamos nuestra identidad, nos convertimos en aquello que pensamos de nosotros. Si nuestro pensamiento concibe la grandeza, la grandeza nos concebirá y seremos alumbrados por ella. 

Ps. Isabella Di Carlo, 19 de Marzo de 2011 

jueves, 3 de marzo de 2011

¿Por qué reducir el consumo? La historia de las cosas. Regla de las 3 erres: R+r+r

Hace tiempo que vemos por todos los sitios información sobre ecología, reciclaje, contaminación, etc. ¿pero quién es responsable de todo esto? Nosotros, en mayor o menor medida, los gobiernos, las empresas, los consumidores… no por ser más pequeños que las empresas tenemos menos responsabilidad, si nosotros consumimos menos haremos que todo lo demás cambie.

Comprar no es sólo un acto económico, no es sólo comprar, es mucho más de lo que nos damos cuenta. Los consumidores tenemos una responsabilidad social y moral de la que no somos conscientes.

Está de moda la regla de las tres erres REDUCIR, reutilizar y reciclar, pero por todos los sitios nos bombardean para confundirnos, para que no sepamos las realidad de las cosas y así todo siga igual… ¿tanto miedo nos da el cambio? Vemos que el camino que llevamos está destruyendo nuestro entorno, nuestro planeta, personas, etc. Podemos salirnos de ese camino, sin miedo, es posible. Las tres erres son importantes pero pongo en mayúsculas la primera, reducir, para mí es la más importante y quizás incluso podría resumir las tres erres en reducir, reducir y reducir. No es suficiente con reciclar, es fundamental reducir el consumo.

Hay un vídeo genial que da una visión resumida y global de todo nuestro sistema de consumo y de vida, muestra que cada cosa que compramos tiene una historia detrás que puede estar relacionada con la contaminación, la explotación de recursos naturales y de personas. Quizás ya lo habéis visto pero no dejéis pasar la oportunidad de verlo de nuevo, merece la pena "La historia de las cosas":


 

viernes, 25 de febrero de 2011

Mozart en Egipto

MOZART EN EGIPTO es una fusión sorprendente basada en una idea de Hughes de Courson y Ahmed al Maghraby.

En este CD la música de Mozart, el genio de  Salzburgo, es reinterpretada con los músicos del Nilo. Aquí se presenta una fantasía musical que une las composiciones de Mozart a las melodías orientales árabes. Músicos occidentales y orientales ,repartidos en una orquesta sinfónica ,con instrumentos occidentales centenarios y un ensemble de músicos árabes, con instrumentos tradicionales milenarios se unen para plasmar maravillas en una fusión tal que por momentos no se sabe si lo que suena es Mozart o música árabe.

En estos tiempo de desencuentros y conflictos interculturales conviene rescatar tal obra para mostrar lo posible que es la convivencia entre culturas

Algunas notas acerca de la meditación que venimos practicando

Primero, adopta una postura relajada, cuidando que la espalda esté bien recta. Siéntate en una silla o sobre un cojín en el suelo, como prefieras y te sientas más cómodo. Mantén los ojos semicerrados o entreabiertos sin fijar la mirada en nada ...
Ahora, ¿Cómo es tu respiración?. Intenta tener la experiencia de tu respiración, de sentirla conscientemente ...
Mantén suavemente la atención en la respiración mientras inspiras y mientras expulsas el aire ...
Nota cómo el aire que entra es un poco más frío... Siente cómo el aire que sale es un poco más caliente ...
Espera el tiempo necesario entre cada respiración ,sin prisa y sigue atentamente el salir y entrar del aire.
Cuando te surjan pensamientos relacionados con planes para el día, cosas para hacer etc. déjalos suavemente y vuelve a la respiración recordando la intención de ser consciente en todo momento y de estar alerta. Cuando te vengan pensamientos de que es difícil lo que estás haciendo, deja que pasen y tú quédate  fijo en la respiración. Si sientes cierta incomodidad en la espalda, intenta ser consciente de ello abiertamente, sin tratar de identificar la molestia o incomodidad. Por el contrario contempla cómo surge y cómo se desvanece cuando vuelves tu atención a la respiración y permaneces con la atención en ella.
Cada vez que se vuelve a la respiración se vuelve a la conciencia total del momento presente. Siendo uno con la respiración se es uno con la vida y con el mundo. Al final de la meditación, abre completamente los ojos y mueve lentamente el cuerpo. Sintiendo cómo esto ocurre.
A continuación ponte conscientemente de pié y trata de llevar la conciencia que has desarrollado durante la meditación a cada cosa y a cada persona que te encuentres en el día de hoy.